Publicidad

 

UC - Críticas

Países: Italia y Francia.

Año: 2013.

Duración: 98 min.

Género: Drama.

 

Dirección: Valeria Golino.

Guion: Valeria Golino, Francesca Marciano y Valia Santella; basado en la novela “A nome tuo”, de Mauro Covacich.

Producción: Riccardo Scamarcio y Viola Prestieri.

Fotografía: Gergely Poharnok.

Montaje: Giogiò Franchini.

Diseño de producción: Paolo Bonfini.

Vestuario: Maria Rita Barbera.

Distribuidora: Good Films.

 

Estreno en España: 11 Abril 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Jasmine Trinca (Irene / Miel), Carlo Cecchi (Carlo Grimaldi), Libero De Rienzo (Rocco), Vinicio Marchioni (Stefano), Iaia Forte (Clelia), Roberto De Francesco (Filippo), Barbara Ronchi (Sandra).

 

ELLA ERA LA MUERTE

 

Humanizar a la muerte siempre ha sido una poderosa tentativa cinematográfica. Y puede que nadie se haya acercado tanto como Valeria Golino en su debut como directora con una historia a priori difícil, pero que consigue vestirla de una naturalidad y un gusto dulce que se impregna desde el título de un film llamado a emocionar sin cubrirse de excesos.




SINOPSIS: Bajo un dulce pseudónimo, Miel (Jasmine Trinca) se dedica a facilitar la eutanasia a enfermos graves que no quieren prolongar su dolor. Un trabajo en la sombra con el que parece estar convencida. Sin embargo, un día conoce a un anciano sin ningún mal aparente pero que desea contar con sus servicios, lo cual pondrá a prueba su moral.


 

Con un constante tono melancólico pero sin rendirse al victimismo fácil, la opera prima de Valeria Molino viene a contar, en esencia,  el diario de vida (y muertes) de una joven que era La Muerte y que no sabía como vivir. Sorprende, para hablar ello, la naturalidad con la que aborda el tema como una realidad cercana, sin caer en el drama pero sin otorgarla un misticismo exagerado que hubiera operado en su contra. He aquí la genialidad una película llamada a sorprender gracias sobretodo a la compleja construcción que hace Jasmine Trinca de un personaje opaco pero en el que si intuye una sutil necesidad de dejarse descubrir.



De este modo, la taciturna dualidad que desprende ‘Miel’ no se basa ni siquiera en los capítulos de los actos de eutanasia en realidad (de los que se podría prescindir incluso), si no en la mirada sin vida pero expectante y el estoicismo que transmite la actriz romana combinada con un abanico de situaciones y una (quizá excesiva) colección de simbolismos sobre el ocaso de la vida (como las ventanas, el mar, el atardecer, etc…) conformando una hermosa guadaña con la que coger aire en los sinceros momentos de felicidad antes del suspiro final o canto del cisne.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER